¿Por dónde íbamos?

No hay tiempo que se deba perder justificando un retraso, dicen que decían en Carabanchel. Será un placer relatarles dónde he estado -aunque pueden verlo arriba-, a qué me he dedicado -abajo tienen alguna pista- y qué me aconteció en este tiempo que pasé alejado de su grata presencia, amables e improbables lectores de agosto. Todo a su tiempo. Mientras tanto, acuso recibo de los mensajes que algunos de ustedes me enviaron privadamente, preocupados o intrigados por mi ausencia, mensajes que agradezco tanto al menos como el discreto silencio de quienes no escribieron. Albert regresará en breve. Permanezcan atentos. Leer Más