El pasado martes recibí una invitación para una boda que se celebrará a mediados del próximo octubre. Papel maché en tono sepia, un anagrama probablemente diseñado para la ocasión, los nombres de los contrayentes y un breve texto de estilo algo anticuado. En el dorso, escritas de puño y letra con la inconfundible caligrafía de la novia, hay unas líneas entrecomilladas sin firma ni apostilla alguna: Leer Más
Back
